Bogotá es reconocida gracias al Festival Iberoamericano de Teatro
- Karen Daniela Parada. 5to semestre
- 23 mar 2016
- 3 Min. de lectura
Diego Jurado es periodista, reportero y escritor de Cartel Urbano, coordinador de radio del Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá, festival que se considera como la fiesta bogotana desde 1988. “Mi labor es hacer que llegue el festival a todos los medios radiales, desde la emisora más pequeña hasta la más grande”.

¿Cree usted que Bogotá es reconocida a nivel nacional e internacional gracias al festival?
D. J: Normalmente cuando preguntan esto, siempre lo comparan con Rock al parque. Revisando en internet se encuentra que hay siete fiestas importantes a nivel Latinoamérica, dos en Brasil, dos en Argentina, uno en Chile y otro en Bolivia; entre ellas aparece Rock al parque en Bogotá, Colombia. Pero al investigar en portales culturales estadounidenses y europeos se encuentra que Bogotá es identificada por el Festival Iberoamericano de Teatro. Es como Cannes, es una ciudad que se refiere por el Cannes Film Festival. Si en algún momento en una conversación europea alguien se refiere a Bogotá la van a aludir al festival. En Colombia hasta los destinos turísticos han cambiado, antes el primer destino turístico era Cartagena, por su historia, su playa, su puerto; ahora es Bogotá por ser el centro cultural y turístico del país, y su eje central es el Iberoamericano.
¿Qué obra es, desde su perspectiva, la que nadie puede dejar de ver en el festival?
D. J: Esto es muy subjetivo porque en este festival “hay de todo, para todos” como decía Fanny Mickey. En lo personal soy de las personas que prefiere divertirse en una obra de teatro, lo mismo en el cine, pero hay buenos momentos para sentarse a ver una obra o una película reflexiva, y no solo con el ánimo de divertirse y pasar unas horas de risas. ID es una de esas obras para sentarse y reflexionar, pero también divertirse. Es una obra contemporánea, ideal para todos aquellos que les gusta lo experimental y tiene un mensaje muy bonito para los jóvenes; porque básicamente se trata de un par de “tribus urbanas” que tienen un conflicto en común, que solucionan a través de sus destrezas en el arte, es decir, que le enseña a la juventud nuevas formas de resolver los conflicto.
¿Qué concierto de Carpa Cabaret nadie puede perderse?
D. J: Yo soy más del género Indie, el Rock, pero como buen colombiano y por mis papás también disfruto de la música tradicional de aquí, de una buena salsa en una fiesta. Este año Carpa Cabaret se tomó Armando Records y se encontró todo tipo de género para diferentes gustos. Lo que podría decir es por lo que yo me inclinaría a ver, por ejemplo: Herencia de Timbiquí, estuvieron en Viña del mar, se ganaron un premio Gaviota; Rancho Aparte y su chirimía; Maité Hontele, que toca magistralmente la trompeta; también estuvieron por ahí Superlitio, Diamante Eléctrico, Martina la Peligrosa, entre otros.
¿Cuál de las temáticas del festival es el más representativa? (Teatro Callejero, Teatro en Sala, Carpa Cabaret)
D. J: Definitivamente el Teatro en Sala, sin duda alguna. Aunque el Teatro Callejero es muy representativo. El Teatro en Sala es una de las fuentes de ingreso que nutren el festival, a pesar de que el sector privado suministra una cierta cantidad de dinero y el gobierno otra, es por ello que el festival dispone de boletería desde $30 mil, para que el ciudadano del común pueda ir a ver las obras, a pesar de que el dólar aumentó de valor, nunca se pensó en aumentarle a la boletería, justamente para que las personas que no sean expertas en el teatro también quieran asistir a la fiesta. Adicionalmente, tenemos todas las salas de teatro a disposición, en donde van a encontrar lo mejor de lo mejor del teatro mundial, por eso yo diría que el Teatro en Sala es el eje principal. Pero en el Teatro de Calle también hay muy buenas obras.
¿Qué es lo más difícil del festival?
D. J: Todo es bastante complejo. Éste es tal vez uno de los tres festivales más importantes del mundo, pero es el único que no es directamente financiado por el gobierno sino por un privado; y Ana Martha de Pizarro cada dos años le toca casi que ir con el sombrero mirando a ver quiénes de los distintos entes quieren colaborar en cada festival, en ese sentido el factor dinero es de lo más complejo. La logística también es compleja, basta con mirar la sábana de programación del festival para notar que es un trabajo difícil que contiene todas las salas que existen, con cada una de las obras que tiene, y las horas. Es casi que un reloj suizo.
Comments