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Del fútbol al ciclismo


Es una soleada mañana del primer día de junio, me encuentro inmerso en un estado de confusión por la Calle 63, tras preguntar constantemente la dirección de mi destino y obtener siempre respuestas distintas. El reloj señalaba que iba tarde a mi encuentro con Eder Garcés, jefe de prensa de la Federación Colombiana de Ciclismo, mientras que yo, en medio de la duda y la incredulidad, buscaba con ansias el edificio más grande del lugar que, según mi lógica y supuesto imaginario, sería el punto de encuentro acordado entre ambos el día anterior. Sin embargo, la sorpresa llegaría cuando al encontrar finalmente la dirección veo con asombro una pequeña casa de dos pisos cuya fachada aparenta la de una residencia vieja y descolorida que no resaltaba del resto de casas y edificios del barrio Nicolás de Federmann.


Sería una señora de gafas oscuras y cabello rubio quien atendería el timbre. Al entrar, mi asombro es mayor al ver que la humilde fachada no concordaba con el interior de la casa, lleno de cuadros, escaleras y oficinas que daban un aspecto elegante y llamativo al lugar. En la primera oficina de la sala se hallaba esperándome Eder, sentado mientras atendía una llamada telefónica. De tez blanca, cabello negro y estatura mediana, llevaba una chaqueta negra mientras preparaba el evento del Giro de Italia Sub23, que era el tema de conversación de la llamada.


Colgó, nos presentamos y sin mayor rodeo iniciamos el motivo de mi visita.


Eder Yair Garcés Herrera de treinta y un años, un hombre nacido y criado en el barrio La Perseverancia, de la ciudad de Bogotá D.C. cuya familia consta de su esposa y colega Jeraldine Franco, y su hija María José, de la que asegura es el amor de su vida. En cuanto a su trayectoria como periodista deportivo dijo: “Yo estudié en la Corporación Unificada Nacional de Educación Superior CUN, en ese momento era la única universidad que tenía énfasis en periodismo deportivo y ahí hice mi carrera”.


Al preguntarle el por qué había escogido este enfoque en periodismo mostró otro lado de su personalidad, Eder es un ferviente apasionado al campo de la comunicación, pero sobre todo del deporte: “porque siempre he estado muy ligado al deporte, yo practicaba fútbol sala y siempre fui muy apasionado por los deportes. Jugaba a un alto rendimiento, el fútbol sala me dio la oportunidad de conseguir una beca de estudio por representar a la universidad. El deporte para mí es lo más sano y también promueve un cambio en la sociedad”.


Tras dicha respuesta, mi curiosidad por saber sobre su pasado como deportista me llevó a preguntar acerca de su paso por el fútbol sala, si fue en sus épocas de universitario o había llegado más lejos con equipos profesionales. Su respuesta fue clara: “en la universidad y a un nivel aficionado, en ese tiempo todavía no estaba el campeonato profesional ni nada, pero sí alcancé a jugar contra los que hoy son de la selección Colombia, con algunos tengo alguna relación y hablo con ellos, de hecho, a algunos se les hace pintoresco que yo esté en temas de ciclismo, pero ellos saben que yo me dediqué a ser profesional de la comunicación y en esto hay que ejercer las cosas por igual."


Lo anterior sonaba anecdótico y a la vez generaba en mí un sentimiento de intriga al cuestionarme ¿cómo alguien que practicaba fútbol sala terminaría dedicándose y enamorándose de un deporte completamente diferente?, fue entonces, cuando surgió la pregunta, ¿En qué momento cree usted que dijo: No, ya no me gusta tanto el fútbol, sino el ciclismo totalmente?


Pese a que su respuesta no terminó de solventar en su totalidad las dudas que tenía, fue una respuesta satisfactoria en la que noté claramente lo que hizo que Eder cambiara de opinión, pues para él lo más importante es la cercanía que puede tener un aficionado con sus ídolos: “no es que ya no me guste el fútbol porque yo lo practicaba, lo jugaba y lo cubrí, pero digamos que es más por un tema de cercanía. El ciclismo es un deporte muy humano, es un deporte bastante sacrificado, es un deporte que requiere de muchísima disciplina y siempre he dicho que los ciclistas son estrellas muy terrenales, son muy cercanos a la gente, no se alejan. Por ejemplo, no es que yo tenga algo contra los futbolistas, pero es muy difícil acceder a un James Rodríguez, que es una gran figura. A él lo ven allá en la pantalla, lo ven en las redes sociales, pero para la gente no es tangible, no es tan palpable. Mientras que, si usted ve a un Rigoberto Urán, ve a un Nairo Quintana, un Fernando Gaviria, un Harlison Pantano, que se los puede cruzar por la calle, usted los puede ver entrenando y si se los encuentra ellos se sacan una foto, ellos sonríen, no tienen ningún problema. Entonces es eso, la humanidad, el sacrificio, la disciplina y todo lo que representan en cuanto a que son verdaderos campeones.


Sobre el Giro de Italia que acabó de pasar, ¿cómo se manejó el tema de prensa?


E. G. El Giro es un evento que obviamente está en los ojos de todo el mundo y lo que uno publique en cuanto al tema del resultado inmediato no tiene tanta repercusión, porque los medios siempre están presentes y hay corresponsales de todos los medios cubriendo la actividad, pero nosotros como Federación lo que hacemos es destacar mucho la actuación de los colombianos. Si hay algún caso histórico, como lo que hizo Fernando Gaviria ganando cuatro etapas, tratar de ilustrar de pronto con algún dato felicitando a los deportistas, porque la Federación es eso, es de darle un sostenimiento al deportista y que el deportista sienta que tiene esa cercanía con la institución, que no es solamente cuando ellos salen a representar una selección, sino también, todo lo bueno que hacen en las carreras en donde nos representan.


Gaviria, Nairo, Pantano, Urán, a todos ellos los reconocía como las grandes estrellas del ciclismo colombiano. Era lógico que alguien con más de diez años de experiencia y que trabaja con la Federación pudiera hablar con propiedad sobre el tema, así que la pregunta ineludible para alguien que conoce de cerca a los más grandes ciclistas colombianos: -si le preguntaran por un ciclista, ¿con cuál se quedaría? La respuesta no me la esperaba. “Yo tengo muchos amigos ciclistas los cuales aprecio y los admiro a todos porque todos son unos campeones del primero al último porque es un deporte demasiado duro, y hay que tener mucha valentía para subirse a una bicicleta y pedalear tantos kilómetros, pero si me dicen que uno por la cercanía y por todo lo que he logrado, gracias a Dios, vivir, Miguel Ángel López”.


Finalmente le pedí que hablara sobre su trayectoria como periodista deportivo. Una para nada despreciable hoja de vida en la que tanto el éxito como el fracaso fueron parte de sus diez años como profesional y que le permiten tener el cargo que posee ahora en la Federación.


Recuerdo muy bien que empecé en el 2004. Cuando estaba finalizando la universidad me escogieron para ser auxiliar de prensa en los Juegos Nacionales que se hicieron entre Bogotá, Cundinamarca y una parte del Tolima, desde ahí empecé a ejercer, a hacer mis primeros proyectos como periodista. Después tuve la oportunidad de integrar un proyecto en Caracol Radio manejando estadísticas de los campeonatos mundiales de Alemania 2006, la Copa América en 2007, en 2010 el Mundial de Sudáfrica, obviamente no desde allá, pero sí haciéndolo desde la parte laboral en la sede. Hice algunas cosas en 2010 también en Italia, escribí para un diario como colaborador de prensa, hice algunas publicaciones en La Gazzeta Dello Sport, y después aquí en Colombia estuve trabajando con Liga Postobón cuando la Liga tenía el portal oficial del fútbol colombiano, fui el director editorial de ahí. Después pasé a Win Sports, hice algunas cosas en televisión, dirigí también parte de la redacción del portal de Win y después por la buena labor me llamaron de Marca cuando el proyecto salió aquí en Colombia, infortunadamente ese proyecto no prosperó y el diario no siguió. Hubo un lapso que estuve sin ejercer porque estaba desempleado, pero después con un amigo que trabajó conmigo en Marca pude llegar a la Federación en 2014.


Por último, en el tema del ciclismo, ¿qué cree que le haría falta a la Federación o al deporte para que pueda crecer todavía más?


E. G. Yo digo que el deporte en Colombia tiene muchos talentos y creo que hay que trabajar, y seguir trabajando la materia prima. Aquí en la Federación se hacen cosas muy buenas como eventos de formación que llevan un camino: La Vuelta Nacional del Futuro, que es para ciclistas entre 15 y 16 años, después esos ciclistas pasan a una categoría juvenil y tienen un evento como la Vuelta del Porvenir, de ahí pasan a hacer la categoría Sub 23 donde está la Vuelta de la Juventud que es el evento que más promueve talentos en este momento para el ciclismo colombiano a nivel mundial, y el evento máximo que es la Vuelta a Colombia. Entonces, yo creo que la base de todo es trabajar el talento para que no se agote y que el talento siga siendo el precursor de todos los logros afuera.

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