Contando historias en un tiempo no lineal
Conocer y respetar los diferentes saberes lleva a una visión diversa del país.
A pesar de lo que se cree, la noción del tiempo no es la misma para todos. Lo que para algunos se mueve en línea recta, para otros es una espiral, con ciclos que se repiten. Comprender y respetar estos conceptos son elementos vitales para lograr una buenas investigación. Las profesoras de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de UNIMINUTO, Juana Ochoa y Eliana del Rosario Herrera presentaron estos conceptos en su ponencia “Amazonas: one territory -many voices” en el segundo día de la IAMCR 2017 (Conference of the International Association for Media and Communication Research) en el Centro de Convenciones Cartagena de Indias.
El proyecto es realizado en conjunto con David Fayad, investigador de UNIMINUTO, y un equipo de investigación integrado por ocho miembros del resguardo Ticuna Cucama Yagua en el Amazonas.
La investigación busca “dar cuenta de la historia que surge de la memoria oral de los habitantes del resguardo” expresa Juana Ochoa. Esto se logra gracias a la creacion de contenidos radiales por parte de la comunidad, de tal forma que sean ellos mismo los que cuenten su propia historia.
La investigación se ha enfrentado a ciertos problemas que se han ido resolviendo con el tiempo y la ayuda de todos los miembros. Pues las historias cambian, los nombres, sitios y momentos son diferentes, dependiendo de quién sea el narrador.
Estos fenómenos que suceden llevan a que los investigadores replanteen perspectivas. Por ejemplo, la idea del tiempo como algo recto, propia de los occidentales, se enfrenta con la idea del tiempo como ciclo, pensada por los indígenas. Para estas comunidades, de acuerdo con Eliana Herrera, el tiempo es ciclico, se observa en la forma en la que conocen las fechas y lugares para recoger comida.
Junto a ello se presenta el concepto de la asumetría de culturas, que busca establecer a una sola cultura como la única capaz de explicar el mundo. Esto hace necesario, como dicen los autores, que se realice una justicia cognitiva que establezca un diálogo de saberes. Ningún saber abarca totalmente las explicaciones del mundo. Todo es parcial y funciona para entender las cosas.
Permitir ponerse a un lado y tomarse el tiempo para conocer a las comunidades es uno de los aportes de esta investigación, en palabra de Juana Ochoa “No es el investigador que va y saca la información y ya, sino el ejercicio de construir en conjunto con las mismas comunidades. Pensar qué necesitan ellos, qué necesito yo y así, entre nuestras habilidades, hacemos un conocimiento conjunto”.