Sin importar mi edad, tengo derecho a que me tengan en cuenta
Cambiar el mundo y la vida a través de la participación y la escucha
En el tercer día de la IAMCR se siguen dando ponencias y generando discusiones en torno a la comunicación y distintos aspectos, como la participación, el trabajo con distintas comunidades, los derechos humanos y el cambio social.
"The right to be heard: Children and teen participation in policy making in Bogotá" fue una de las ponencias en la mesa de investigaciones en comunicación y participación, que estuvo a cargo de la docente líder del Área de Periodismo y Medios de UNIMINUTO, Ángela Téllez, quien compartió con los asistentes los resultados de la investigación que realizó en 2015 para el grado de su maestría en Política Social de la Universidad Javeriana.
Ángela habló con los asistentes sobre la motivación de su trabajo, sobre la posibilidad de empoderar a las comunidades, especialmente a niños y niñas, a considerarlos sujetos de derechos y no solo objetos de protección y cuidado. También explicó que en la metodología recurrió a múltiples fuentes de información en donde pudo rastrear los diferentes procesos que se han llevado a cabo en las administraciones de la ciudad entre el año 2001 y 2015. Aparte de reconstruir la historia de los procesos de participación en Bogotá, también hizo una verificación de la información a partir de un trabajo con los niños y niñas que participaron en estas experiencias. Las voces, memorias y percepciones de ellos es fundamental, pues les permitió participar y proponer soluciones sobre sucesos que influyen en su vida.
El periodo estudiado empieza con la segunda Alcaldía de Antanas Mockus, en donde por primera vez se abre la puerta a la participación infantil en las decisiones de la ciudad con el Acuerdo 110 de 2003, a través del cual se crean los Consejos Tutelares de niños y niñas y se les invita a participar desde los 9 años. Después de esta administración, estas experiencias se han dado en diferentes alcaldías que decidieron incluir la participación de esta población en sus planes de gobierno.
Estas experiencias fueron evaluadas a través de los nueve criterios de calidad que plantea la Observación General al Artículo 12 de la Convención de los Derechos del Niño, y uno de los hallazgos es que no todas las experiencias de participación que se han dado en la ciudad son de calidad, algunas fueron eventos aislados de un único día, y para que la participación sea significativa se necesita que haya un proceso de transformación en las relaciones entre adultos y niños y niñas. También se encontró que fueron consultados, pero no siempre informados ampliamente; que fueron invitados a través de procesos selectivos y no siempre a través de convocatoria pública e incluyente; que se les permitió identificar problemas y proponer alternativas de solución pero hace falta trabajar en involucrarlos en la implementación y evaluación de políticas públicas.
Algo que se destaca es la importancia del lenguaje en el trabajo con niños y jóvenes, ya que este es fundamental a la hora de entablar relaciones y asegurar que todos puedan entender la finalidad de los procesos. Adaptar al lenguaje de los niños los contenidos y materiales utilizados en estos procesos garantiza que los más pequeños puedan expresarse a través del arte y el juego.
Por otra parte, se habló de esos escenarios en los que niños y niñas sienten vulnerado su derecho a participar y son justamente los dos en los que más tiempo permanecen: la casa y la escuela. Aquí se hace la recomendación de empezar a transformar las relaciones que tenemos con ellos, pues son espacios en los que niños y jóvenes deberían poder participar libremente sin tener ningún tipo de temor a expresar sus ideas. Además, en estos espacios se les debería motivar para que puedan participar y escuchar las diversas formas de pensamiento de los demás.
Este trabajo tiene como finalidad considerar a los niños, niñas y jóvenes no solamente como menores sino también verlos como ciudadanos, como personas empoderadas que tienen el derecho a participar. Este trabajo ya está dando resultados, pues esta investigación se compartió con la Mesa Nacional de Participación y es uno de los insumos para la construcción de la Política Nacional de Participación, se espera así hacer un aporte a generar conciencia y motivar una transformación de los estereotipos que se tienen sobre la población infantil y los jóvenes.
"Sobre todos los temas se puede hablar con los niños y todo les interesa, ellos también pueden aportar a cambiar el mundo, si los adultos los escuchamos", fueron las palabras con las cuales cerró la profesora, palabras que deberían ser atendidas, ya que hoy en día se cree y se generaliza que a los niños y jóvenes sólo les interesan algunas cosas y están "sumergidos" en los aparatos electrónicos.