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Daniel Ortiz y su vida en el Straight Edge | Historia.

Daniel Ortiz, tecnólogo en sistematización de datos e ingeniero telemático de la universidad distrital, perteneciente a los Straight edge desde los 14 años.

Ilustración: Laura Veloza

Terminé siendo parte por cuestión de gusto, al estar decepcionado de ver la sociedad en general, estando en el colegio, con las nuevas ondas de “yo soy punketo, yo soy metalero”, me decepcioné al encontrar que al final todos estos movimientos estaban encasillados en unos estereotipos, ya que más allá de lo que eran los verdaderos ideales, las personas terminaban todas en lo mismo, embriagándose, haciendo cosas malas, “dándoselas de rebelde” y diciendo “Somos el cambio”, pero ¿el cambio de qué? Si se la pasan tomando drogándose a los 14 años, ¿Eso qué cambio puede hacer en la sociedad?, eso me decepciono mucho y justamente por esa época mi hermano (que no es SxE) me llevó a un concierto de Hard core y ahí tocó un par de bandas Straight Edge que me gustaron.


Entonces por medio de las letras me gustó como estilo de vida, si es un modo de cambiar las cosas, por que en la actualidad todos los estereotipos se inclinan a “Ay, soy rebelde, me la paso fumando, me tiro todas las materias, no me voy a graduar de la universidad o el colegio” y en realidad yo entendí siempre que ese no era el cambio, lo profesores decían “si quieren cambiar al mundo de alguna manera, primero tienen que salir adelante, con conocimientos, sin conocimientos no van a aportar anda, y las drogas, el alcohol y todo este tipo de vicios, a largo plazo lo único que hacen es no permitir que al persona adquiera conocimientos”

Yo no conocía nadie que fuera straight edge, la mayoría de personas que conozco es porque son familiares o conocidos, quienes por medio del hard core y los conciertos han conocido y querido unirse.

Ha sido un estilo de vida difícil, una vez tome esto como estilo de vida, en esa época, cuando uno tiene 15 y 14 años uno todavía tiende a ser muy prejuicioso, a pensar “esto es así, esto no” mis amigos o compañeros me criticaban tipo “no salgamos con él porque él nos rechaza por que tomamos” y en realidad no, yo no lo rechazaba y no lo hago, simplemente son actitudes que no comparto, no me gusta hacerlo porque siento que es una manera en que la sociedad puede decaer (más de lo que ya está) entonces en el colegio fue un proceso complejo y fastidioso, es algo de tiempo completo, porque para muchas personas es complicado entender que no tomar o no fumar no significa una manera de rechazo, tuve una novia con la que tuve disputas bastante fuertes por lo mismo.


En la universidad la gente es un poco más comprensiva, tipo “Que bueno, me parece muy chevere, no me voy a volver como usted, pero bien” como también hay otra gente que puede decir “ soy sxe ” pero también se les puede ver fumando en otros espacios, y todo está enmarcado en esa doble moral que es tan fuerte en un país como Colombia, por ejemplo yo estaba en la universiad caminando y veía a compañeros que decían “soy sxe” fumando, ahí comprendí que estas formas de vida tienen riesgos grandes de convertirse en simples fachadas, por esto mismo no he tenido muchos amigos sxe, aunque claro no todos son así, he visto gente que ha tomado esta cultura en su vida para fortalecer su carácter y sentido crítico, como he visto otra gente (jóvenes) que la apropian de manera “mira, soy muy rudo, ando en grupo, y que va a hacer” y ese no es el sentido.


El sentido de esto es que uno vive de esta manera creyendo que de alguna manera, el mundo puede cambiar, uno no puede decir que quiere hacer el mundo mejor si se droga para terminar tirado en la calle, no, eso no lo va a hacer mejor, algo que en la sociedad colombiana no se ha inculcado mucho, creyendo que los demás deben cambiar primero para cambiar yo y eso lo he llegado a pensar que la idea no es andar en grupo, de concierto en concierto y en agrupaciones establecidas y querer cambiar a los demás.

Somos un grupo de personas que creemos que cambiando nuestras actitudes con nosotros mismos podemos cambiar de alguna manera a un mundo que está tan mal, y decir bueno, al menos de una manera un poco pasiva puedo hacer mi impacto en la medida que se puede hacer algo, es lo ideal, más en un contexto como el colombiano en el que tenemos un historial de una guerra civil que ha trascendido en el tiempo a través de las drogas y el hecho de que una persona consuma una droga como la cocaína o la marihuanana, significa que indirectamente está financiando una guerra, financiando el asesinato de campesinos, de guerrilleros, infiltrados, etc. Están financiando guerra y muerte. Yo no quiero entrar en ese sistema, alimentando un conflicto que no deja nada bueno en el país.

El movimiento en la actualidad ha cambiado bastante, actualmente somos cada vez más personas las que más allá de demostrar interiorizamos estos ideales como espectadores críticos de la misma sociedad.

Así mismo el hard core ha tenido cierta progresión, pero últimamente se desenvuelve en el mismo contexto, sobre los mismos temas y estilo musical, claro que es defendible el género, pero podría tener un tipo de innovación mucho más fuerte, como “en contra”, es buena la evolución, no quedarse en un sistema musical tan cuadrado, produciendo que el género pierda un poco de fuerza, al quedarse en una “copia” de lo que se maneja en otros países, y hay muy pocas bandas que juegan con el hecho de involucrar elementos autóctonos en la música actual.

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