El otro karma, Transmilenio
El Transmilenio cuenta con una ruta que sirve de conexión entre el municipio de Soacha y el portal del Sur (G 45 - G 46, que sólo transita en las horas pico), la cual, según la normatividad, debería contar con una frecuencia de 3 a 4 minutos para un total de 17 articulados por hora. Estos tiempos que rara vez se cumplen. Esto provoca provocan que las estaciones se congestionen más, a esto se debe sumar que las otras dos rutas que conectan a Bogotá con Soacha son aún más irregulares en su frecuencia.
Los usuarios del sistema masivo de transporte, que no viven cerca a las estaciones de Transmilenio, gastan un promedio de 6.000 pesos diarios, en ida y vuelta, puesto que deben tomar un transporte adicional que, según el costo de servicio interno del municipio, para todas las rutas es de 1.000 pesos.
La población, en general, se ve seriamente afectada por la falta de rutas alimentadoras en el municipio. Desde diciembre del año pasado con el Decreto 465 se aprobó lo que denominaron “rutas colectoras” que consisten básicamente en que colectivos de transporte urbano crearán rutas de 3 y 4 paradas para ejercer la función de los alimentadores, por un costo de 600 pesos.
Delgado y Alarcón coinciden en decir que, aunque las rutas recolectoras ya están planificadas y listas para ponerlas a operar desde febrero, falta la aprobación de la compañía Transmilenio S.A., puesto que todavía no ha dado el aval para permitir el ingreso de las colectivas en la Estación de Integración San Mateo. Según Ómar Alarcón, sin ese aval no se pueden iniciar las rutas, porque ocasionaría que el transporte en general del municipio se redujera a 600 pesos, que sería una quiebra inminente para las empresas transportadoras.
Esta disminución en el costo de transporte de 800 pesos entre ida y vuelta serían de gran ayuda para las personas que ganan un sueldo mínimo, porque esos 800 les sumaría al mes un ahorro aproximado de 16.000 pesos, que son el promedio del diario de un hogar soachuno para gastos de comida.