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Expedición botánica "para volver a nacer"

Como lo hizo José Celestino Mutis hace unos siglos, el 24 de agosto de 2013, en la Mesa -Tena, Cundinamarca, dos representantes de Uniminuto, realizaron una travesía siguiendo sus huellas: el padre Diego Jaramillo y el profesor e investigador Héctor López.


La historia inició cuando Héctor quiso, por gusto y placer propio, hacer un homenaje a la expedición botánica de José Celestino Mutis. Él se dirigió al mismo sitio donde dicho científico empezó su recorrido de excursión: La Mesa - Tena, Cundinamarca, conocida por ser el lugar más explorado botánicamente por su biodiversidad y su acogedor clima.

Desde Salamina, Caldas, hasta Bogotá y de allí hasta la Mesa, realizó el recorrido Héctor, en busca de unas tierras para emprender su proyecto: el Agro Parque Sabio Mutis. Esta obra, que es única en estos territorios, tiene como misión preservar y proteger la flora y las tradiciones populares de Colombia. Es por esto que, desde el inicio, la labor ha recopilado distintos elementos para recrear los oficios de los antepasados o los que están olvidados, con el fin de construir espacios donde la naturaleza pueda volver a nacer y sin peligro.


“La necesidad de preservar la naturaleza depende de todos los seres humanos. La conservación del medio ambiente es de vital necesidad para todos. Debemos empezar a trabajar y seguir, de generación en generación, esta labor. Una entidad que va a fin con la idea del Agro Parque es la UNIMINUTO, ya que proyecta la misión del padre Rafael García Herreros de servir al otro. ¡Qué mejor manera de hacerlo que por medio de la naturaleza que es la que da la vida!”, explica Héctor López.


Es por eso que desde el 24 de agosto de 2013 hasta el 9 de diciembre de 2015 han venido luchando para consolidar, dentro de este Agro Parque, un Jardín Botánico.


En él se pueden encontrar senderos para empezar la travesía de conocer la diferente vegetación que se cultiva, con el fin de hacer un uso consciente de los recursos, por ejemplo, la plantación de árboles medicinales. Así mismo, el Jardín Botánico cuenta con más de 90 especies de pájaros que amenizan el recorrido, convirtiendo su canto en el sonido de la tranquilidad. Por ser el Agro Parque un espacio perfecto para la cultura, se recrean allí las distintas prácticas de los antepasados. Por ejemplo, el orquidiario refleja la diversidad de especies de la flor nacional y, a su vez, la siembra que las abuelas hacían en coladores u ollas y que aun así florecían. ¡Eso es tradición!


Igualmente, se pueden encontrar museos como el de la caña de azúcar que cuenta con trapiches, unas máquinas ingeniosas de madera, de piedra o de metal que se usan para sacarle el jugo a la caña de azúcar. “Las han venido destruyendo”, cuenta López, por ello son máquinas protegidas para que no se pierda esta tradición. La casa-museo del café refleja una parte personal de la vida del profesor Héctor, de su tierra cafetera. Allí se resalta el oficio de los cafeteros, desde la recolección hasta cuando se sirve el tinto. Todo el procedimiento se tiene en cuenta a la hora de evaluar la tradición cafetera.


Otro museo que está en proceso de creación rendirá homenaje al padre García Herreros con su aporte astronómico. ¡Se podrán ver las estrellas! Se descubren especies inimaginables. La cueva de los murciélagos es única dentro de un jardín botánico, sólo se encuentra en el Agro Parque Sabio Mutis. Además, tiene tres especies de murciélagos en vía de extinción. Las tradiciones culturales son las más destacadas en la labor del Agro Parque.


Queda abierta la invitación para ir todo un día y quedarse a acampar, porque las historias son interminables y el trato del profesor Héctor con los visitanteshace que el ambiente sea muy familiar.No se puede perder la foto en la Casa Museo Rojas, que tiene un estilocolonial, la prueba de ron y aguardiente hecho con el procedimiento delalambique, la vista de una siembra de coca, la musicalidad de las diferentesaves y la tomada de tinto rodeado de todos los cafetales.


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